¿En que consiste la enfermedad de Parkinson?
Lo primero ante esta situación, es conocer correctamente la enfermedad. El parkinson es una enfermedad del cerebro progresiva que afecta al movimiento, aunque también puede afectar al conocimiento. Esto se produce por la destrucción de cierto tipo de neuronas que están donde se «inicia» el movimiento. Estas neuronas se encargan de producir dopamina que sirve para realizar los movimientos. Cuando estas células mueren, la producción de dopamina baja e impide un correcto movimiento. Como es de suponer, esta enfermedad afecta principalmente a las personas de la tercera edad. A partir de los 60 años se comienzan a dar los casos de parkinson, aunque alguna vez comienzan incluso antes. Se ha comprobado que no es una enfermedad genética como tal, pero si que influye en un 7% de los casos. Se cree que a pesar del factor genético debe haber factores externos que propicien la aparición de esta.
Los síntomas que presenta esta enfermedad
El Parkinson se caracteriza principalmente por unos temblores que se producen en el cuerpo de forma incontrolable. Pueden ser leves o extenderse por todo el cuerpo. Por desgracia, este no es el único problema que produce el parkinson. La rigidez y la dificultad de movimiento son problemas comunes en los casos de parkinson. El equilibrio y dificultad para caminar es otro de los problemas que tienden a provocar que los afectados se vuelvan más pasivos. Aunque no tan importantes, hay numerosos síntomas que se aplican a esta enfermedad y que causan malestar.
El trato que debemos dar a estas personas
Como es normal, este tipo de enfermedad degenerativa afecta a los ancianos de manera psicológica. Por ello es vital hacerles sentir alegres y activos la mayor parte del tiempo posible, pueden aprovechar la navidad para hacerles sentir queridos. Hay pautas que poder seguir en estos casos para llevarlo lo mejor posible:
- Mantener el positivismo y la alegría, de forma que esto se transmita al paciente que no debe pensar en su enfermedad. El objetivo es que viva feliz y no en una lucha intensa contra el parkinson. La falta de tratamiento para esta enfermedad hace que muchos entren en depresión. Algún detalle navideño no relacionado a su enfermedad, podría hacerle mucha ilusión.
- El apoyo de los familiares es algo fundamental, ya que estos son los que mejor los conocen. Tal vez otra persona de fuera, puede realizar las tareas que se consideran más tediosas, pero el apoyo familiar es necesario para levantar ese ánimo. Se puede organizar una cena familiar navideña para aportar un granito de arena entre todos.
- El hogar de residencia del afectado puede estar plagado de barreras para el paciente. Los lugares de dificil acceso y donde poder tropezar son muy habituales cuando tienes dificultad para moverte. Por ello, debemos realizar un análisis del hogar para reducir en medida de lo posible el número de obstáculos. Evita que los cables de las luces decorativas, estén en lugares donde el paciente pueda tropezar.
- La vida social de los afectados sigue siendo muy importante, tanto para su salud física como psicológica. Se debe evitar ante todo que el paciente se vuelva sedentario ya que eso solo empeorará su calidad de vida. Hay que buscar algún tipo de actividad social de acuerdo al grado de desarrollo que lleve el parkinson. Probablemente, hayan diversas actividades por la ciudad en las que se pueda participar, pero no se te ocurra llevarlo a patinar sobre hielo.
- Por último y no menos importante, se debe llevar cuidado con descuidar la vida personal de uno mismo. Enfocarse demasiado en el cuidado del afectado, puede conllevar que nos descuidemos nosotros mismos. Aunque no lo parezca, repercutirá en nuestra salud y en como desempeñamos nuestro trabajo personal y como cuidador. Si es necesario, se ha de pedir ayuda a familiares para el apoyo propio y del paciente.
